Galileo contra la Iglesia
La interpretación literal de las Escrituras era, desde luego, contraria al sistema copernicano. La interpretación "oficial" no lo era menos. Sin embargo, la Iglesia aceptaba de buen grado toda innovación positivista. Pero Galileo era un furibundo realista.
En 1615 da a conocer, en efecto, su carta a Cristina de Lorena, gran duquesa de Toscana. Es Galileo el que ataca y desde el punto de vista teologico. En esta famosa carta se afirman tres cosas, a cual más grave:
1º) Separación de poderes entre Iglesia y Ciencia: cada una tiene su ambito propio, y no debe inmiscuirse en terreno ajeno.
2º) Aparente cotradicción: Galileo pretende que el milagro de Josué se entiende mejor dentro del sistema copernicano.
3º) En teologia se afirma que no puede ser considerado herético aquello que antes no se demuestre ser imposible y falso; pide, pues, una demostración de la falsedad de su sistema.
La respuesta no se hizo esperar: en 1616 era colocado en el Indice de libros prohibidos el De revolutionibus de Copérnico, y Galileo intimado por el cardenal Belarmino a no defender en publico el sistema copernicano.
La reacción de Galileo consistió en publicar, en 1632, los Dialgos sobre los dos grandes sistemas del mundoa( el ptolomaico y el copernicano).
En estos dialogos, la opinión aristotelica se ponía en boca de Simplicio para ser de demolida a continuación.
En 1633 se prohibieron los Dialogos, se obligó a Galileo a abjurar y se dictó prisión perpetua contra él. Galileo, quebrantado y casi ciego, respondió publicando clandestinamente, en Holanda, uno de los libros más importantes de la historia del pensamiento: las Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias. Estas ciencias son la estatica y la dinamica.
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